martes, 18 de julio de 2017

Primera Guerra Mundial

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La Primera Guerra Mundial comenzó con una confrontación entre dos alianzas hostiles de poderes europeos: la Triple Alianza, compuesta por Alemania, Austria-Hungría e Italia; y la Triple Entente, compuesta por Gran Bretaña, Francia y Rusia. Bizmarck había empezado este sistema de alianzas poco después de la derrota de Francia y de la creación del Imperio alemán (1870-1871). En 1873 como salvaguardia contra una binación hostil contra Alemania, Bickmarck formó la liga de los tres emperadores compuesta por Alemania, Austria-Hungría y Rusia. Cuando los intereses y ambiciones de Austria-Hungría y Rusia demostraron su incompatibilidad, Bizmarck reemplazó a Rusia con Italia (1882) para formar la Triple Alianza. Sin embargo, mientras permaneció a la cabeza del gobierno alemán, fomentó cuidadosamente relaciones cordiales con Rusia y también con Gran Bretaña, dejando a Francia aislada.

El trabajo diplomatico de Bizmarck fue destruido rapidamente por el kaiser Guillermo II, quien ascendio al trono de Alemania Imperial en 1888, y obligó a que Bizmarck renunciara dos años más tarde. El kaiser abandonó rapidamente el pacto con Rusia y empezo a antagonizar con la Gran Bretaña con sus grandiosos navales. Francia estaba entonces en capacidad de formar una alianza con Rusia (1894) y un Entente con Gran Bretaña (1904). En 1907 se formó la Triple Entente despues de que Gran Bretaña y Rusia resolvieron sus diferencias de larga data en Asia. El temor de Alemania ayudó a reconciliar los intereses agudamente diferentes que habian existido por un gran tiempo entre estas potencias.

Las potencias de la Triple Entente se esforzaron por superar la amplia ventaja de las fuerzas terrestres alemanas, mientras Alemania buscaba reducir la ventaja naval de Gran Bretaña. Las rivalidades y conflictos entre los miembros de las dos alianzas se extendieron en todo el mundo, ya que amenazaron con enredar a los otros miembros. En 1905-1906 y otra vez en 1911 dos choques de estos ocurrieron en Marruecos entre Francia y Alemania. En ambas crisis, Alemania se vio forzada a retroceder por la amenaza de la superioridad naval de la Gran Bretaña. Ocurrieron dos en la península balcánica entre Rusia y Austria-Hungría. En 1908 Austria-Hungría anexó dos provincias, Bosnia y Herzegovina, las cuales estaban habitadas por serbios y croatas. Serbia había planeado anexar estos territorios, poblados por su propio grupo lingüístico. Una segunda crisis balcánica ocurrió en 1912-1913. Los diversos Estados balcánicos derrotaron a Turquía, y luego lucharon entre sí por el botín de guerra. La serbia victoriosa amenazó con expandirse. Austria-Hungría no solo impidió la expansión de Serbia hacia el Adriático sino que también amenazo con aniquilarla.
Fue en los Balcanes donde ocurrió la explosión fatal. Allí los intereses de Rusia y Austria-Hungría chocaban directamente. Los serbios, búlgaros, rumanos y griegos eran en la religión y en cultura, parientes de rusos, al igual que los serbios y búlgaros. Además, la península balcánica era de gran importancia económica y estratégica para Rusia.

Los intereses de Austria-Hungría en los Balcanes, podían ser más vitales que los de Rusia. El principal interés de la monarquía dual en el área se desprendía de la naturaleza política de su Imperio. Se componía de numerosos  grupos lingüísticos, como particularmente los serbios, croatas, eslavos y rumanos, tenían parentesco lingüístico en los Balcanes. Cuando se desintegro el Imperio otomano de la península balcánica en el siglo XIX y comienzos del XX, los diferentes grupos lingüísticos balcánicos surgieron como naciones independientes. Por lo tanto, Austria-Hungría sintió que debía controlar la península balcánica para su propia defensa. Era también la única dirección en la que podía expandirse, particularmente después de la exclusión de Alemania en 1866l.
Además estaban los intereses en choque entre Alemania y Gran Bretaña. Alemania sentía que debía mantener la integridad de la Monarquía Dual, la cual era su única aliada efectiva y confiable. También las propias ambiciones de Alemania en los Balcanes y el Cercano y Medio Oriente eran grandes.

Uno de los principales proyectos imperiales del káiser Guillermo II era el ferrocarril Berlín-Bagdad, el cual haría de Alemania la potencia dominante en el Imperio otomano. Este esquema amenazaba la propia línea de vida imperial de Gran Bretaña que corría a través de Suez, como también sus intereses inmediatos en el Cercano y Medio Oriente. El proyecto de Alemania amenazaba con malograr para siempre las esperanzas de Rusia de alcanzar una salida a través de los Estrechos turcos, y a separar a Rusia estratégicamente de sus aliados. Francia e Italia tenían sus propios intereses en los Balcanes y en el Cercano y Medio Oriente, a pesar de que su principal preocupación era sus compromisos con sus respectivos aliados.
Cuando una tercera crisis ocurrió en los Balcanes en el verano de 1914, todas las grandes potencias de Europa se vieron automáticamente involucradas. Las dos crisis de Marruecos, las dos volcánicas y la febril carrera armamentista habían elevado la tensión en Europa al punto de ruptura. Todo lo que necesitaba era un incidente.


Tal incidente fue el atentado en Sarajevo (Bosnia) dirigido contra el archiduque Francisco Fernando de Austria por un estudiante serbio el 28 de junio de 1914. El asesinato fue un complot deliberado que comprometía a numerosos oficiales del ejército de Serbia. Se escogió a Francisco Fernando, heredero del trono de Austria-Hungría, porque los serbios temían que su política liberal hacia yugoslavos en Austria-Hungría aliviara su descontento, y de ese modo se aminoraba su deseo de separarse y unirse a Serbia. Después del asesinato, el gobierno de Austria-Hungría decidió aplastar a Serbia y establecer su propio dominio en los Balcanes de una vez por todas. Esta táctica requería el apoyo de Alemania, porque resultaba claro que Rusia no se haría a un lado permitiendo que sus parientes y aliados serbios fueran tratados así, o que sus propios intereses nacionales fuesen violados de esa manera. Los alemanes urgieron a los austro-húngaros para que actuaran de inmediato mientras la opinión del mundo estaba ultrajada por el asesinato y prometió su apoyo en cualquier emergencia.

Así mismo, Austria-Hungría le presentó a Serbia un ultimátum imposible de satisfacer. Cuando Serbia rechazó someterse a todos sus términos, Austria-Hungría declaró la guerra e invadió a Serbia. Rusia movilizó sus fuerzas en contra de Austria-Hungría y Alemania. Alemania envió severos ultimátums a Rusia y a Francia. Como si Rusia no respondiera y Francia contestase de manera no satisfactoria, Alemania les declaró la guerra a Rusia el primero de agosto y a Francia dos días más tarde. Al día siguiente, el 4 de agosto, cuando las tropas alemanas violaron la neutralidad de Bélgica en su camino para atacar a Francia, Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania. Así el 4 de agosto de 1914, todas las grandes potencias de Europa, excepto Italia, estaban en guerra. Italia afirmó que no estaba obligada a ayudar a sus aliados, Alemania y Austria-Hungría, puesto que eran las agresoras. Al año siguiente luego de recibir promesas de Francia y Gran Bretaña de que cosecharía el botín de la victoria, Italia entró a la guerra del lado de las potencias de la Entente. Al lado de Austria-Hungría y Alemania se situaron Turquía y Bulgaria; se referían a estos como las potencias centrales. Al lado de las potencias de la Entente, que vinieron a ser llamados los Aliados, con el tiempo se colocó buena parte del resto del mundo, unas treinta y dos naciones en total.
  • El desarrollo industrial y la competencia neocolonialista generaron rivalidades.
  • El nacionalismo que se vivía en las grandes potencias y en los pequeños países los cuales fueron sometidos por los grandes.
  • El deseo de Austria por anexarse el territorio de Danubio.
  • La aspiración de Serbia por formar una potencia panservista, en el sureste europeo.
  • Los intentos de Rusia para lograr una salida al Mar Negro y el Estrecho de Los Dardanelos, con el fin de movilizar sus embarcaciones de guerra y flota mercante.
  • La ampliación del Imperio Austro-Húngaro.
Causas que se fusionaron en una sola debido al asesinato del Archiduque Francisco Fernando, a manos de un estudiante eslavo, miembro de La Mano Negra.


En una guerra total prolongada, la ventaja parecía estar del lado de los Aliados en razón de su poder humano y recursos superiores y su control de los mares. Sin embargo, Alemania no tenía intención de luchar una guerra larga, y pocos observadores mundiales vieron mucha posibilidad de que los aliados impidieran que el superior ejército alemán alcanzara una victoria rápida y aplastante en el continente europeo. El alto mando alemán había previsto con mucha anticipación la situación militar que confrontaban en agosto de 1914 y había desarrollado un plan de operación conocido como el plan Schlieffen. Este plan prevenía una acción de ocupación en contra de los rusos que se movían despacio mientras las principales fuerzas alemanas arremetían a través de la Bélgica neutral para derrotar rápidamente a Francia, la cual poseía el único ejército en el mundo que daba a los alemanes alguna preocupación. Luego los alemanes se concentrarían y destruirían a Rusia con relativa facilidad. Gran Bretaña pediría la paz después de que sus aliados hubieran sido derrotados.

El plan Schlieffen casi alcanzó el éxito. La resistencia de Bélgica retuvo a los alemanes el tiempo suficiente para que los franceses re-alinearan sus fuerzas en el norte y para que los británicos lanzaran su pequeño ejército a través del canal. Pero, la Alemania que parecía irresistible y terrible arremetió; cuatro semanas después del comienzo de las hostilidades, estaba en las afueras de París, antes de lo previsto. En esta coyuntura, los desesperados ejércitos franceses y británicos se volvieron en contra de los alemanes y en la batalla sangrienta del Marne de siete días, no solamente los derrotaron, sino que los forzaron a retroceder unas pocas millas. Ambos lados extendieron sus líneas desde la frontera suiza al Mar del Norte  y se atrincheraron. La primera batalla del Marne fue una de las batallas decisivas de la historia, porque forzó a los alemanes a una larga guerra de agotamiento que hizo posible su derrota final.

Un factor importante en la derrota de Alemania en el Marne fue la separación en el momento crítico de cien mil de sus tropas para usarlas en contra de Rusia, que había invadido a Alemania con rapidez inesperada. Los generales Hindenburg y Ludendorff, con varias divisiones, fueron transferidos apresuradamente del frente occidental al oriental.  Bajo su comando los ejércitos alemanes reforzados atraparon a los rusos en Tannenberg y les infligieron una derrota aplastante que los mandó tambaleándose de vuelta a Rusia. Mientras tanto, la marina británica arrasó a los alemanes en los mares, y estableció un bloqueo a Alemania. Sin embargo, los alemanes descubrieron rápidamente el talón de Aquiles de la Gran Bretaña con una nueva arma: la guerra submarina.

En 1915 los alemanes pusieron en acción una operación de ocupación en el occidente mientras daban una serie de golpes de martillo sobre los rusos, dirigiéndose bien adentro de Rusia e infligiendo inmensas bajas. Un esfuerzo anglo-francés para ayudar a los abrumados rusos rompiendo las defensas turcas a través de los Dardalenos fue derrotado y los Aliados se vieron obligados a retroceder con grandes pérdidas. En 1916 Alemania volvió al ataque en el occidente. En la batalla de nueve meses de Verdún, los franceses hicieron retroceder a los alemanes, pero a un enorme costo en hombres y provisiones. La batalla de cuatro meses del Somme entre los británicos y los alemanes resultó aún más sangrienta; como la de Verdún, terminó en un punto muerto. En la batalla de Jutlandia, la batalla naval más grande de la historia hasta ese momento, la flota británica frustró el esfuerzo de la flota alemana de romper el bloqueo, pero sufrió serias pérdidas.


Para 1917 aunque Alemania y sus aliados empezaban a mostrar signos de agotamiento, parecían cercanos a la victoria. La moral francesa declinó en el frente y detrás de las líneas; numerosas unidades del ejército hacían motines. Los alemanes lanzaron una campaña submarina ilimitada contra los barcos británicos. Las fuerzas combinadas de Alemania y Austria-Hungría infligieron una derrota aplastante a Italia. En noviembre de 1917 sufriendo penalidades insoportables en el frente y detrás de las líneas, Rusia sucumbió a la revolución comunista, y luego, se retiró de la guerra. Aunque los términos severos que forzaron los alemanes a la desamparada Rusia por el Tratado de Brest-Litovs, que mostró a los restantes Aliados lo que podían esperar de una Alemania victoriosa, fortalecieron su voluntad de luchar hasta el final, los alemanes estaban entonces en capacidad, por primera vez en la guerra, de concentrar su fuerza total sobre las cansadas Francia y Gran Bretaña. Los prospectos para los aliados parecían oscuros. Fue en esta coyuntura crítica cuando los Estados Unidos entraron a la guerra.

En 1914 al iniciarse la contienda, el presidente Woodrow Wilson había advertido a los americanos que permanecerían neutrales tanto en el pensamiento como en la acción. Sin embargo, desde el principio, la gran mayoría de la opinión pública en los Estados Unidos era la de que Alemania y sus aliados eran los agresores. Durante el curso de la guerra, más y más los Estados Unidos se ataron económicamente a la causa aliada. El hundimiento de barcos americanos por los submarinos alemanes, sin embargo, suministró el ímpetu inmediato para la entrada de los Estados Unidos para la guerra. Cuando los alemanes empezaron a hundir a gran escala barcos mercantes y de pasajeros en 1915, el presidente Wilson protestó tan vigorosamente que finalmente los alemanes desistieron. La Gran Bretaña y Francia, es verdad, habían tomado algunos barcos americanos que habían intentado evadir el bloqueo de Alemania, pero no se habían perdido vidas y los daños se habían pagado. A comienzos de 1917 el alto mando alemán decidió lanzar una campaña ilimitada de submarinos contra el enemigo, así como también contra los barcos neutrales. Por la misma época, la inteligencia británica entregó a los Estados Unidos la nota Zimmermann, en la cual Alemania ofrecía territorio de Estados Unidos a México como recompensa si atacaban a Estados Unidos.

Los líderes alemanes preveían plenamente que estas políticas llevarían a los Estados Unidos a la guerra; pero creían que la Gran Bretaña y Francia serían aplastadas antes de que el peso del poderío americano se sintiese en Europa. El gobierno americano inmediatamente rompió relaciones diplomáticas con Alemania. Después de que varios barcos americanos fuesen hundidos, el Congreso, a pedido del presidente Wilson, declaró la guerra al gobierno imperial de Alemania el 6 de abril de 1917.

A pesar de que transcurrió un año completo antes que las tropas americanas fueran capaces de desempeñar un papel importante en el frente, el empuje en la moral de los Aliados fue inmediato, y los americanos no perdieron tiempo en suministrar ayuda financiera, material y naval. La contribución total de los Estados Unidos a la victoria de los Aliados fue relativamente pequeña si se le compara con la de Francia y Gran Bretaña, pero el papel de América, llegando como lo hizo cuando ambos lados se estaban aproximando al agotamiento, probablemente haya sido decisivo. A comienzos de 1918 la carrera era entre Alemania y los Estados Unidos. Alemania trasladó tropas del frente ruso para abrumar a la Gran Bretaña y a Francia antes de que pudiesen llegar grandes cantidades de tropas americanas, mientras que los Estados Unidos se esforzaba en levantar, entrenar y transportar a Francia las fuerzas suficientes para resistir la corriente de Alemania. Una vez más la ventaja parecía estar del lado de Alemania.

En marzo de 1918 el Mariscal de campo Ludendorff, ahora al mando de los ejércitos alemanes, lanzó el primero de una serie de golpes masivos al frente occidental destinados a terminar la guerra. Los británicos y los franceses tuvieron que retroceder con grandes pérdidas. En su desesperación, por fin se pusieron de acuerdo en unificar el comando bajo el general de Francia, Ferdinand Foch. Los americanos, bajo el general John J. Pershing, también aceptaron su mando. A mediados de junio, Ludendorff había lanzado cuatro grandes campañas, y las líneas de los Aliados habían sido golpeadas y eran tan débiles que cuando en el clímax de la quinta campaña a lo largo del rio Marne empezó a mediados de julio de 1918, Ludendotff le telegrafió el káiser: “Si el ataque tiene éxito, la guerra habrá terminado y la habremos ganado”. Cuando Foch oyó que se abría el fuego de la artillería alemana, telegrafió a su gobierno: “Si el presente ataque alemán tiene éxito, la guerra habrá terminado y la habremos perdido”. Los alemanes fueron detenidos por un estrecho margen. Foch, que ahora recibía una gran corriente de tropas americanas frescas y armamentos, de inmediato ordenó un contraataque. En el contraataque aliado, el tanque, desarrollado por los británicos, resultó ser el arma que abrió la brecha. La fuerza y la moral alemana decayeron de inmediato; la guerra estaba perdida.

La primera de las potencias Centrales en salir de la guerra fue Bulgaria, que a finales de septiembre de 1918 se rindió a las fuerzas francesas, británicas en el Cercano Oriente. Austria-Hungría, con sus varios grupos de idiomas en rebelión, se rindió el 3 de noviembre a las fuerzas de los italianos, los británicos y los franceses que marcharon desde Italia. Al día siguiente un motín completamente madurado que se había estado fermentando por varios días, estalló en la marina alemana y se extendió rápidamente a toda Alemania. Los levantamientos populares tumbaron el gobierno de káiser. En noviembre 11 los mandos alemanes, con sus ejércitos vencidos sin esperanza y en completa retirada de Bélgica y Francia, aceptaron los términos de Foch para el armisticio, que eran en suma la gran rendición. Sin embargo, los mandos alemanes manipularon los acontecimientos de manera que la mayor parte de la población alemana ignoró la magnitud del colapso militar alemán, y un nuevo gobierno civil de republicanos y socialistas tuvo que aceptar la responsabilidad del rendimiento. Esta táctica montó el escenario para futuras acusaciones de que Alemania no había sido derrotada realmente sino que había sido “apuñalada por la espalda” por las fuerzas políticas que gobernarían a Alemania durante los años de 1920.


Los términos impuestos a Alemania incluían la pérdida de una parte de su territorio para un número de naciones fronterizas, de todas las colonias en el océano y sobre el continente africano, y una restricción al tamaño de su ejército. Alemania también pudo reconocer la independencia de Austria. El ministro del exterior alemán,  Hermann Müller, firmó el Tratado de Versalles en el 28 de junio del año 1919. El tratado fue ratificado por la Liga de Naciones el 10 de enero de 1920. En Alemania el Tratado de Versalles causo estupor y humillación en la población, que contribuyo a la caída de la República de Weimar en el año 1933.
El Tratado de Versalles (1919) fue un tratado de paz firmado por las potencias europeas que puso fin oficialmente a la Primera Guerra Mundial, después de seis meses de negociación, en la ciudad de Paris. El Tratado de Versalles fue firmado como continuación al armisticio de noviembre de 1918, en Compiegne, que había puesto fin a los enfrentamientos. El principal punto del Tratado de Versalles determinaba que Alemania aceptaría todas las responsabilidades por causar la Gran Guerra y que sobre los términos de los artículos 231-247, que fijaba indemnización de guerra para las potencias vencedoras "La Triple Entente".
  • Murieron aproximadamente entre 10 y 30 millones de personas (entre civiles y militares).
  • Los vencedores se repartieron las posesiones de los vencidos.
  • La desaparición de las viejas y poderosas dinastías europeas.
  • Desaparecieron los imperios de Austria-Hungría y turco a nivel internacional.
  • Estados Unidos se afianzó como gran potencia mundial, Gran Bretaña conservó la supremacía marítima y  Francia aumentó su poder.

Desde 1919 y 1939 comenzó a gestarse un enfrentamiento ideológico entre los sistemas antagónicos los cuales eran el fascismo, el comunismo y la democracia liberal.
  • El Fascismo: defendía la superioridad racial y el espacio vital.
  • El Comunismo: realzaba el rol del pueblo y el partido comunista como vanguardia organizada.
  • La Democracia liberal: defendían los valores fundamentales de la democracia, herencia de la Revolución Francesa (como la libertad, igualdad y fraternidad), amenazados por la creciente presencia de gobiernos autoritarios y militaristas.

El Tratado de Versalles de 1919 reestructuró el mapa europeo, con un fin de la eliminación de la influencia de los imperios centrales europeos, es decir, Alemania y Austria-Hungría. El nuevo mapa constituyó nuevos Estados que no se ajustaban de manera apropiada a los límites territoriales de las nacionalidades que habitaban en ellos. Los cambios políticos y territoriales derivados del Tratado de Versalles constituyeron el origen de unos nuevos conflictos interétnicos y territoriales, y el surgimiento del revanchismo alemán.
Otro de sus antecedentes fue el agotamiento de la economía, así como el agotamiento de la demografía de los que vencieron en la Primera guerra Mundial.


Hubo un conflicto entre los chinos y los japoneses, ya que Japón necesitaba más recursos y mas mercados para su población en crecimiento, mientras que también estaba interesado en controlar China. Sin embargo, en China había una inestabilidad política debido a las guerras civiles y la anarquía.  Los japoneses tenían planes expansionistas en Siberia, el sudeste asiático y hacia el Pacífico.

  • Alberga un resentimiento por las pérdidas territoriales y las indemnizaciones obligadas a pagar por el Tratado de Versalles.
  • En 1933, asume el poder Adolf Hitler e instaura el III Reich (Imperio Alemán) bajo un sistema de partido único el cual era el nacional-socialismo.
  • En 1935, Alemania inicia una política que busca la restauración de su poderío militar y su posición como gran potencia, violando abiertamente los acuerdos del Tratado de Versalles.

  • Benito Mussolini aspiraba a reconstruir el poder imperial italiano en el Mediterráneo y África.
  • En 1935 lanza una guerra de agresión contra Etiopía, el cual es conquistada e incorporada a Italia.
  • La Sociedad de las Naciones impone sanciones económicas a Italia, lo que obliga a Mussolini a retirarse de la Sociedad de las Naciones en 1937. Asimismo, empiezan los acercamientos diplomáticos con Adolf Hitler.
  • Eje Roma Berlín de 1936. Fue la alianza entre los gobiernos de Alemania e Italia, basado en afinidades ideológicas.
  • Pacto Anti-Komintern de 1936. Fue firmado por el Eje junto con Japón. Se declara al comunismo soviético como “enemigo común”.
  • Pacto de Acero de 1939. Se ratifica la alianza germano-italiana ante un eventual conflicto bélico.

  • Ante las pretensiones de Hitler de apoderarse del territorio checoslavo de los Sudetes, poblado por alemanes, las potencias occidentales (Gran Bretaña y Francia) intentaron realizar concesiones políticas con Hitler, para evitar la guerra.
  • El Pacto de Múnich el cual se realizó en septiembre de 1938, consagró la anexión alemana de los Sudetes y dejó en claro la debilidad de Gran Bretaña y Francia. En 1939, Checoslavia deja de existir como Estado.
  • Conflicto armado que enfrentó a la República española contra las fuerzas armadas sublevadas, dirigidas por el general Francisco Franco, quien contó con el apoyo de Alemania e Italia, quienes enviaron armamento y fuerzas militares.
  • Ante la negativa de Gran Bretaña y Francia en intervenir en el conflicto, La URSS envía asesores militares en apoyo de la República. Mientras tanto, miles de voluntarios extranjeros (Brigadas internacionales) combaten contra los fascistas.
  • La guerra termina con el triunfo de las fuerzas fascistas, quienes implantan una dictadura que dura hasta 1975.
  • La Guerra Civil española es considerada como “laboratorio” donde se  emplearon las tácticas y el armamento que se utilizaría en la Segunda Guerra Mundial.
  • Pacto de No Agresión durante 10 años.
  • Aliados circunstanciales.
  • Acuerdos de interés común.
  • Reparto de áreas de influencia en Europa central y oriental (secreto).


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